La casa hacienda, ejemplo representativo de construcción del campo romano, mencionada ya en el catastro gregoriano de 1819, resulta hoy particularmente adecuado, por su posición estratégica en el corazón del Parque y del territorio, para acoger actividades didácticas y culturales significativas.

En el primer piso:
Una sala de proyección ofrece a los visitantes la posibilidad de asistir a proyecciones de audiovisuales sobre aspectos ecológicos de la zona.
Un laboratorio ecológico ofrece la posibilidad de realizar análisis físico-químicos y observaciones en microscopio de muestras recogidas en la zona.
Una pequeña biblioteca con textos y documentación relativa al Tiber está a disposición de los visitantes.

En la planta baja:
El ecomuseo ilustra, sobretodo a través de documentos de archivo, de la tradición oral o de instrumentos agrícolas procedentes del lugar, la vida que se desarrollaba en la quinta y a lo largo de las riberas del río.
Un programa multimedia, provisto de imágenes y sonidos, muestra los aspectos ecológicos y demoantropológicos de la zona.

Terraza panorámica Es el punto de partida del sendero pradera, donde está instalada una central metereológica que monitorea y registra cada día las condiciones climáticas.

AEn los límites del bosque, rodeado por álamos, una antigua casa hacienda remodelada es la sede del albergue.
Comunicada con el Centro de Visitas por una calle transitable y equipada con 25 camas y un amplia área social, ofrece la posibilidad de comida, estadía o simplemente para pernoctar.

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